Lealtad:

Para con nosotros mismos, con nuestros compañeros de trabajo y con la empresa. Nunca dañar la imagen de la compañía de un cliente y nunca buscar generar un beneficio personal a costa del beneficio de la empresa.

Honestidad:

Saber que, aunque lleguemos a fallar siempre tendremos a nuestros compañeros para apoyarnos en cualquier dificultad en el trabajo. Esto no quiere decir solapar las malas prácticas, al contrario. Pero la idea es generar un ambiente de confianza en el que si nos equivocamos podemos decirlo abiertamente y buscar entre todos una solución al problema en cuestión y buscar así la mejora continua.

Camaradería:

Lograr que todos los colaboradores nos veamos entre nosotros mismos como un equipo de trabajo. Que podamos apoyarnos y confiar el uno en el otro. Sin ponernos el pie, sin ponernos trabas. Vernos como reales compañeros de trabajo. Sin importar el nombre y puesto en el que se desempeñen. Todo esto empleando los valores antes mencionados. Y todo esto empleando los valores antes mencionados. Y todo para lograr cumplir los objetivos de trabajo por y para la empresa.